“Yo tengo un hijo transexual o transgénero, llámalo como quieras porque el nombre es lo que menos im
- elsexoquehabito1
- 10 may 2018
- 9 Min. de lectura
Júlia Ramon Martínez
Mar Segura Berenjeno
Clara Pont Vílchez
Después de una jornada de trabajo Jordi Vitó, el padre de un niño transexual de Barcelona explica cómo ha vivido la transexualidad de su hijo, las dificultades que se lo han comportado tan a nivel médico, psicológico o social. El antiguo y muy conocido Café Zurich de Plaza Cataluña avanza por un rato en la sociedad: se rompen prejuicios, se exponen las realidades con su forma más pura y, en algún momento, se critica el sistema conformado por la sociedad en que vivimos, la cual arrastra comportamientos conservadores y poco liberales en cuanto a la expresión de las personas.

Jordi Vitó, miércoles 9/05/2018 en el Café Zurich de Barcelona - Júlia Ramon, Mar Segura, Clara Pont
Para empezar, nos gustaría saber cuál es tu posición actual dentro del mundo de las familias con hijos transexuales y tu trayectoria en este
mundo. Yo tengo un hijo transexual o transgénero, llámalo cómo quieras porque el nombre es lo que menos importa. Lingüísticamente hablando, se ha optado más por la opción de transgénero a la hora de referirnos a temas judiciales a nivel de Cataluña. No obstante, nuestra asociación, Chrysallis, ha optado por la palabra transexual debido a las connotaciones negativas relacionadas con la marginalidad, la discriminación, la prostitución, etc.
Con esto, ¿quieres decir que la finalidad sería romper con estos estereotipos? Exacto. A la ley consta la palabra transgénero, que quizás es una palabra más genérica y conlleva menos confusiones. Que si transgénero, transexual... Al final el que se utiliza más dentro del colectivo es la palabra “trans” o "trans*”, puesto que abarca todas las diferentes opciones de este mundo. ¿Te has formado en todo esto a raíz de tener un hijo transexual o ya tenías una preocupación al respeto anteriormente? Evidentemente. Antes, como la inmensa mayoría, tenía un desconocimiento total sobre el tema. Exceptuando los que os ponéis a trabajar a fondo en el tema, que por suerte, cada vez sois más. ¿Por qué crees que cada vez hay más interés en este tema? Porque cada vez nos hacemos sentir más. En nuestro caso, como los hijos son menores, los representamos nosotros: los padres. Además, en la historia reciente, han habido algunos hechos que han hecho sacado este tema a la luz. Por ejemplo, aquí en Cataluña tenemos una ley, la 11/2014, la cual penaliza la LGTBI fobia, aprobada al 2014. Entonces, a pesar de estar aprobada, no se hacía nada: todo el colectivo LGTBI insistía a la Generalitat, pero hasta que en noviembre de 2013 entramos en escena no se empezó a movilizar de manera más acelerada. ¿Habéis notado algún cambio desde entonces? Sí. A partir de la creación de la delegación de Cataluña nos hemos inscrito como una asociación propia a cada comunidad autónoma, es decir, la Asociación Chrysallis Cataluña tiene los mismos derechos que la Asociación Chrysallis a nivel estatal, pero el hecho de estar presentes al registro de asociaciones de Cataluña para poder tener voz, dialogar y negociar con la Administración catalana que es la que más nos afecta en este sentido. Ha habido hechos que os hayan hecho retrodecer? Desgraciadamente, tuvimos la mala experiencia que en diciembre del 2015 se suicidó una adolescente de nuestra asociación y esto es lo que hizo que se creara una alarma general: salió a todos los medios, hubo una concentración en la Plaza Sant Jaume, muchos nos llamaron preguntándonos qué necesitábamos, qué había pasado… hubo todo un movimiento que hizo que la Administración se pusiera las pilas rápidamente. Si no se las había puesto todavía, no era por los técnicos, sino por cuestiones políticas. Esto, creo, que dio un giro importante: el hecho que aparezcan menores en escena, toca la fibra. Todavía no hacía ni un mes que nos habíamos creado como asssociación y, a partir de aquí, se empezaron a visibilizar muchos aspectos. Otro punto que creó mucho alboroto fue el famoso autobús de color naranja de la fundación Házte Oír. Esto a nivel estatal, dio un punto de visibilización importantísimo. Estos son los motivos por los cuales creo que cada vez hay más interés. Por lo que hace las personas que afloran un sentimiento transexual, ¿por qué cada vez se manifiestan más? De haber siempre han habido, esto está claro, pero no lo exteriorizaban porque vivimos en la sociedad en la que vivimos. Unos, sin información, no sabían lo que les pasaba y, los otros, que sí que sabían lo que les pasaba, tenían miedo de exteriorizarlo. Nosotros, personalmente, nos encontramos en una situación donde ha habido una serie de familias que han escuchado a sus hijos, se han encontrado con la dificultad de informarse ante el desconocimiento y, por suerte, nos hemos ido encontrando, hecho que ha provocado que cada vez hayan mas familias que digan: "Esto es lo qué le pasa a mi hijo”. Un reportaje titulado "El Sexo Sentido" emitido por un programa de TVE, junto con un 30 minutos de TV3 dedicado a este tema, “Trànsit”, también ha ayudado a que mucha gente se identifique. ¿Cuando fue el momento en que empezásteis a escuchar a vuestro hijo? Que sucede algo lo sabes desde el principio, porque las criaturas empiezan a transmitirlo cuando empiezan a expresarse. Debemos tener en cuenta que se nace así, no se adquiere con la edad; pero lo que pasa es que la gente decide dar el paso en un momento más avanzado o más tardío de su vida. Lo esconden hasta que tienen suficiente valor. Incluso hay que se han casado y han tenido hijos, pero se tienen que respetar los ritmos de cada persona. Nosotros nos dimos cuenta desde que empezó a expresarse, desde que decía que no se quería poner faldas, que él era guapo y no guapa, que su voz era de niño y no de niña...
¿Qué pensasteis cuando percibisteis este comportamiento en vuestro hijo? Al principio, con nuestro desconocimiento, pensábamos que sería lesbiana. A pesar de no saber qué le pasaba exactamente, le decíamos que no se preocupara que cuando fuera mayor seguiríamos a su lado. A medida que lo vas apoyando, se abre más. Cogiendo esta información, hemos podido diferenciar la orientación de la identidad: a los 3 años todavía no hay orientación sexual, los niños no sienten atracción física ni sexual hacia nadie. Finalmente, no fue hasta que nos pusimos en manos del Departamento de Psiquiatría y Psicología del Hospital de Vall d'Hebrón que lo vimos claro: la psiquiatra nos dijo “Escuchad bien lo que dice; está diciendo que es un niño, no que le gusten las niñas. Esto es otra cosa”. Y aquí fue la primera vez, después de insistir mucho, que nos presentamos a la Identidad de Género del Hospital Clínic. Al principio costó mucho, pero al final pudimos ir y nos lo dijeron clarísimo desde el primer día. Aquí es donde cambias el chip y te pones las pilas para ver que pasa.
"A pesar de no saber qué le pasaba exactamente, le decíamos que no se preocupara que cuando fuera mes grande seguiríamos a su lado"
El entendimiento de la situación a nivel familiar, me imagino que debería de ser complicado... No, en nuestro caso. No digo yo que no haya familias a quienes les cueste y les resulte complicado porque a veces uno lo acepta y el otro no… Desde el principio tanto mi mujer como yo estábamos por la labor y cómo cada persona es un mundo, los padres también. Así como los niños, cada cual lleva su ritmo, a los padres nos pasa lo mismo. Hay gente a quien le cuesta más de entender, gente que no, gente que no lo acepta, pero sin olvidar que cada cual tiene su ritmo. ¿Cómo actuásteis, pues? Nosotros nos pusimos las pilas antes de conocer la asociación, fuimos a la escuela y se lo explicamos. Hicimos el tránsito el 2015 aunque hay que decir que nos costó. Aun así, fue todo muy bien, no hubo absolutamente ningún problema por parte de la escuela. No nos hemos encontrado con nadie que no nos aceptara. No obstante, es verdad que hemos intentado cambiar el sistema que existía hasta el año pasado en nivel médico aquí y en todo el estado español, el cual es un sistema anticuado. También es cierto que las personas transexuales en un momento u otro de su vida, sin estar enfermas, necesitan un acompañamiento médico, como por ejemplo quienes quieren tratamientos hormonales u operarse, todo esto evidentemente la sanidad pública lo reconoce, pero para poder tener acceso a esta sanidad pública se tienen que pasar por unos procesos que son totalmente nefastos. Por ejemplo: primero te tenía que tratar un psiquiatra y un psicólogo con el fin de que como que ellos son los “gurús de la mente” son los que tienen que decidir si una persona es o no es trans, cuando cada cual es lo que quiere dependiendo de cómo se sienta, independientemente del prototipo que tengan ellos estipulado y no por eso no pueden tener derecho a la sanidad pública y tengan que irse a la privada. ¿Os pasó a vosotros? A mi hijo no le pasó porque tiene una identidad de niño total, pero en el momento en que tenga que venir alguien otro a decirles qué son o que dejan de ser pues es complicado porque de una manera les decían que estaban enfermos y el hecho que necesitaran tratamiento, no significa que estén enfermos. Es importante remarcar que esta enfermedad todavía está a los manuales de la OMS: disforia de género, aunque dicen que en el próximo manual lo eliminarán. Esta es una de las luchas que hemos traído desde Chrysallis, junto con todas las otras asociaciones transexuales, como también el hecho que aquí en Cataluña se hiciera un tratamiento de las personas transexuales que no fuera patologizante. Al final, por suerte lo hemos conseguido. Fue una de las últimas cosas que hizo el señor Toni Comín antes de marcharse hacia Bruselas: firmó la instrucción interna dentro del Departamento de Salud donde se acepta un nuevo modelo para las personas transexuales basado en su autodeterminación. ¿Ya estaba fundada la asociación cuando os adheristeis o colaborásteis en su aparición? La asociación existía desde el 2013, pero nosotros nos adherimos en 2015. Mi mujer y yo no la conocíamos en un principio, pero cuando sucedió el suicidio de Alan y salió en los diarios, decidimos contactar con ellos. Cuando se creó la delegación, eran 8 familias, cuando entramos ya eran 17 a nivel catalán y, actualmente, somos más de 100 familias. ¿Como ves la evolución social respeto el transgénero? Creo la gente tendrá cada vez menos miedo de darse a conocer por prejuicios sociales. Es cierto que los transexuales están connotados negativamente por la marginalidad, pero hay que entender el motivo por el cual han acabado en esta marginalidad: prostitución, sobrevivir en el mundo de la farándula… ¿Crees que hay transfobia dentro del colectivo LGTBI? Dentro del colectivo LGTBI, la transexualidad está en otro nivel por los prejuicios que hay en esta sociedad. Ahora ya no tanto, pero hasta hace unos años, dentro del mundo LGTBI, incluso los homosexuales veían los transexuales como una clase inferior. había transfobia dentro del mismo colectivo.
“Hasta hace unos años, dentro del mundo LGTBI, incluso los homosexuales veían los transexuales como una clase inferior" ¿Habéis sufrido transfobia? Nosotros, por suerte de momento no hemos sufrido transfobia y en la escuela tampoco por la razón que los niños van juntos desde los 3 años y cuando son así de pequeños, hablan sin prejuicios. De hecho, todos sus compañeros ya lo sabían: por los juegos, la manera de hablar, lo que se decían… No tienen prejuicios. El primer día que lo anunciaron los profesores, estábamos angustiados pensando qué pasaría, pero no había ninguna reacción de ningún tipo, si preguntábamos a los que tenemos más confianza, decían que no pasaba nada, que ellos ya lo sabían. Nos resultó así de fácil y por eso es importante que cuanto antes se haga el tránsito, mejor, porque sino se pueden derivar bullyings o rechazos sociales. El que nosotros hicimos de forma individual y lo hemos ido promoviendo dentro de la asociación es que la escuela actuara, y esto era un tema que podía ser que la dirección de la escuela empatizara o no. Queríamos que desde la escuela, se dirigieran a los alumnos transexuales con el nombre con el que quieren que se les denomine, ir a los vestuarios o a los lavabos que quieran, entre otros.
¿Cómo os han reaccionado las escuelas?
Había escuelas que empatizaban y escuelas que no, pero después de luchar mucho con el Departamento de Enseñanza, conseguimos que esto fuera obligatorio. Con esto, ahora hay un punto sobre qué hacer si hay un alumno transexual, pero hace falta que saquen que haría falta que trajeran un certificado médico que mostrara que aquel niño/a es transexual. No obstante, como no están enfermos y no tendría que hacer falta que nadie certificara nada. Hay que decir que hay familias que necesitan reconocimiento médico para sentirse mejor. En definitiva, creo que es muy importante ayudar a las familias nuevas que no saben cómo actuar ante esto. Introducirlos en el lenguaje, que lo acepten y que lo entiendan. Es tan sencillo como escuchar a los niños para saber como se sienten: niño, niña o lo que sea y ya está, es tan fácil como esto.
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